Un drenaje Penrose, nombrado por el Doctor
Charles Bingham Penrose, es un drenaje quirúrgico que queda en el lugar después
de un procedimiento para permitir que el sitio de cirugía pueda drenar.
Consiste en la exteriorización a través de la
herida quirúrgica de un tubo de pared muy fina colapsable, que se deja en la
cavidad para que los fluidos salgan al exterior por capilaridad. Se puede
conectar o no a un sistema colector. Se emplea sobre todo en el drenaje de
abscesos de partes blandas. Su principal complicación es la infección.
Este tipo de drenaje se utiliza en pacientes con intervenciones quirúrgicas
importantes y el paciente puede llevarlo a casa desde el hospital con el
cuidado necesario para la recuperación quirúrgica.
Este drenaje consiste en un tubo de goma
flexible que queda dentro sitio de la cirugía, y actúa para la extracción de líquidos de la herida y ponerlos en
libertad fuera del cuerpo. Como curación progresa lentamente pero promueve
la cicatrización de las aéreas más
profundas de la herida.
CUIDADOS DE
ENFERMERIA.
*Informar al paciente el procedimiento y la técnica que se va
realizar.
*Favorecer la salida de líquido y/o material
orgánico al exterior.
*Valorar la calidad y cantidad del líquido
drenado.
*Evitar fugas de líquido.
*Medir la cantidad y valorar las
características.
*Evita salidas accidentales de líquido.
*Valorar el estado de la piel adyacente, el
punto de fijación y el orificio de drenaje.
*Limpiar la piel que rodea el orificio de
drenaje, con una torunda empapada en solución isotónica, realizando movimientos
circulares.
*Evita la contaminación.
*Mantiene la piel seca evitando maceraciones de
ésta por la humedad.
*Desinfectar el punto de inserción del drenaje,
con la ayuda de una pinza y una torunda empapada en antiséptico.
*Vigilar la respuesta del paciente.
Realizado por Alberto Cervantes
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